Es conocido por su estructura firme, resistente, suave y no estira. Si en casa tienes sábanas que se sienten frescas y ligeras al tacto, es una experiencia similar a la de este tejido. Es un material que ofrece durabilidad sin sacrificar comodidad.

Es un tejido ligero y fluido, hecho generalmente de rayón. Se siente muy suave al contacto con la piel, con buena caída que lo hace ideal para prendas de verano. Si alguna vez has tocado una bufanda o manta delgada y suave te harás una idea de la sensación de este material: fresco y delicado.

Este tejido imita la suavidad aterciopelada de la piel de un durazno. Es un material liviano pero con un tacto suave y ligeramente afelpado, además de ser muy elástico, lo que lo convierte en una excelente opción para prendas acogedoras o ropa de casa. Imagina tocar una manta suave de microfibra o un cojín aterciopelado.

Su textura es increíblemente suave, ligera y fresca. Al contacto con la piel, se siente frío y deslizante.